Ya no me gustas

Ahora me gustas cuando no me gustas; es que ya no me gustas.

De reojo te miro, con cautela trato de decir y adular de tu belleza, pero vuelvo a la nada y no digo nada.

Ya no quiero decir nada, porque no quiero sentir nada.

Y no se habla cuando no se siente, de que hablar cuando nada veo o no quiero ver?

No me gustas porque no quiero que me gustes, quedándome en el limbo y recordando que la vida es para mi.

Ahora me gustas cuando no me gustas, porque no quiero que me gustes, y planeo desencantarme, tal como planeo decirte no.

Cuando te pienso

Cuando te pienso hay una inmensa intranquilidad que surte de estabilidad mi vida, porque me muestra otra vez que aún estoy viva, porque cuando te pienso es que siento.

Cuando te pienso me inquieto porque la sola idea de pensarte hace que mis vísceras desacomoden cada pedazo de alma que se atraviesa por todo el cuerpo.

Pensarte es una situación tan rara, que me hace sentir tranquila mientras me inquieto de sólo pensarte… pues te pienso, duermo y pienso en cuando te pienso.

Carolina Restrepo ©

otra vez

Es otra vez decirlo porque es simplemente sentirlo.  Es otra vez decirlo porque a ratos un vacío en el estómago lo demanda, otra vez porque en la vida hay que repetir para disfrutar o hacer mala cara.
Me gustas, como una mujer que gusta de otros y de otras; que pone a soñar y ofreciera volar.  Me gustas y es desesperante no decirlo, a mí que me brotan las palabras que siento, esas que a veces me guardo enérgicamente y sin razón, con ganas y con motivos, como dije con desespero y una gran sazón.  Me gustas como las mañanas en que la luz sale rápido y me levanto con una sonrisa.

Decirte las cosas no es fácil, no entiendo la razón, pero así es, y hoy lo digo otra vez, con ganas, con ansias.  Sos una mujer hermosa y, la verdad provocadora; me encanta compartir cosas contigo, simplemente compartir aunque a veces no quiero que sea un "simplemente".

Carolina Restrepo ©

El respeto corroe mi ira

Ira, ira... y más ira.  Esperar, saberlo hacer no es mi habilidad, ni mi cualidad, no es nada conmigo, la espera y yo a veces somos enemigas, porque la paciencia y yo no nos tenemos paciencia.
Ira y más ira, abundan y desbordan lo que soy, un momento casi de explosión, esperar y esperar, llega y se desgasta mi ira, no porque llegue sino por lo que soy, respeto corrosivo, te odio y siento ira por vos, por no dejar que mi ira acabe de salir, que sea natural, que enemiga de la espera puedan actuar.